El tónico es otra de las piezas claves en nuestra rutina diaria de cuidado facial. Se aplica tras la limpieza de la piel y antes de los tratamientos como el suero y la hidratante. Pero… ¿para qué sirve exactamente? Te lo con tamos a continuación.
Este paso intermedio entre limpiar e hidratar/tratar la piel es muy importante para mantener la piel sana, fresca y radiante. Suele ser de textura muy acuosa y se aplica generalmente con un disco de algodón, aunque también puedes encontrarlos en el mercado en formato bruma, con pulverizador. Sus beneficios son los siguientes:
- Ayuda a eliminar los restos de suciedad, impurezas y bacterias que hayan podido quedar tras realizar la limpieza de la piel.
- Restablece el nivel de ph de la piel así como los niveles óptimos de agua y grasa en la superficie de la misma.
- Favorece la microcirculación sanguínea y, por tanto, la correcta oxigenación de la piel.
- Ayuda a contraer los poros.
- Reduce el enrojecimiento y calma la piel tras la limpieza.
- Revitaliza las capas superiores de la piel.
- Ayuda a retirar las células muertas de la piel y a estimular la correcta regeneración celular, imprescindible para una textura homogénea y una piel sana.
- Estimula la producción de colágeno y elastina de la piel.
- Prepara y acondiciona la piel para recibir los tratamientos posteriores como los aceites faciales, sueros e hidratantes, ya que la hace más permeable.
Viendo la lista de beneficios que aporta el tónico a nuestra piel parece increíble que sea uno de los productos de tratamiento al que menos importancia le solemos dar. Pero ahora que ya sabes de su importancia, no tienes excusas para comenzar a utilizar uno. Aquí tienes nuestros tónicos de Anesi según tu tipo de piel y, como siempre, estamos a tu disposición para ayudarte a elegir el perfecto de acuerdo a tus necesidades.